Amigos, lo siento tanto por Diferentes pero el entusiasmo y mis ganas por crear una novela han sido en vano, por lo menos con esta delicia.
Tenía pensado formar una historia inolvidable, tipo ''Prison Break'' junto con ''Covenant'' de Jennifer L. Armentrout... bien, pues no va a ser, por lo menos no después de que me quedara tan trabada al escribir esta hermosura, censurar cambiar la novela según lo que quiere el público leer ya no va conmigo, me he dado cuenta de que no puedo hacerlo así.
En un futuro (espero no muy lejano), en el que tenga tiempo libre de sobra y muchas ganas de comerme el coco, traeré a la vida a ''Diferentes'', pero mientras... Voy a escribir una novela que no me ha dado tanto trabajo y que me hace olvidarme del mundo, y con la que disfruto escribiendo (en vez de estresarme como hago con está)...
ADIOS: DIFERENTES, HOLA: SI QUIERES MORIR, SIGUEME.
Pronto tendrá su propio blog, cuando haya corregido los capítulos que tengo hasta ahora escritos (13 en total) y tenga más tiempo para poder adornar el nuevo y próximo blog.
Gracias.
Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas... Este es mi primer libro, ¡espero que les guste! Deja un comentario y sigueme si no es molestia;)
viernes, 5 de septiembre de 2014
WhatsApp Readings
Uno de los blogs que más me gustan para enterarme de todas las noticias de los libros más exitosos y amados por los lectores, es el fantástico http://petalosdeunlibro.blogspot.com.es/.
Recientemente se le ha ocurrido una fantástica idea que me ha dejado muy emocionada, un grupo de lectores de WhatsApp para todos aquellos que esten preparados para ese mundo.
Bueno, amigos, ¿a qué esperais para formar parte en nuestro Club de Lectores?
¡Gracias a ''Petalos de un libro'' por esta opurtunidad tan divertida!
Daniela.
Recientemente se le ha ocurrido una fantástica idea que me ha dejado muy emocionada, un grupo de lectores de WhatsApp para todos aquellos que esten preparados para ese mundo.
La idea es que cada mes leamos un libro, a elección de todos los integrantes, (en caso de que ya lo hayas leído o no te llame mucho la atención, puedes esperar al siguiente mes) y al final del tiempo destinado para leerlo, conversaremos sobre él en el grupo, también llenaremos un formulario personal sobre preguntas básicas de la lectura, los cuales serán publicados en el blog ''Petalos de un libro''(en caso de que también tengas, podemos turnarnos y así no tener una rutina).
¿Quieres unirte? Solo debes mandar un correo a "petalosdeunlibro@hotmail.com" con el asunto "Whatsapp" e incluir:
–Nombre completo
–Número de teléfono (Recuerda incluir el código de país)
–País
–Edad
–Libro, saga y trilogía favorita.
–Blog (En caso de tenerlo)
Si tienes blog debes llevarte el Banner y colocar una entrada acerca de ésta nueva iniciativa. Es OBLIGATORIO seguir este blog, debes contar con una cuenta gmail y presionar en la opción "Participar en este sitio" que se encuentra de lado derecho.
Bueno, amigos, ¿a qué esperais para formar parte en nuestro Club de Lectores?
¡Gracias a ''Petalos de un libro'' por esta opurtunidad tan divertida!
Daniela.
sábado, 24 de mayo de 2014
Personajes
Para empezar, quiero hablaros un poco de los personajes (esto a lo mejor varía según vaya avanzando la historia)...
- La actora que se parece a mi modelo de protagonista Kimberly Angeline Kardashian, creo que debe ser la hermosa Lyndsy Fonseca (Nikita, Como conocí a vuestra madre)...
- El otro personaje principal va a ser alguien que aún no se ha dejado ver, pero que es el segundo protagonista principal, Travis Sardothien, que sería el perfecto Theo James (Underworld, Divergente)...
- Nuestro siguiente personaje sería Dominic Stuckhouse, el querido y amado Sam Claflin (Los Juegos del Hambre)...
- El siguiente personaje que ya saldrá con su tiempo, y que a lo mejor no se le puede considerar como protagonista pero yo creo que es esencial y muy especial para la historia sería Killian Alexander Kardashian interpretado por el amado Colton Haynes (Teen Wolf, Arrow)...
- Siguiente tenemos a la Alcaide del Reformatorio, Lucinda Graham interpretada por Olivia Wilde (In time)...
- Para luego tener a la mejor amiga, Sue Miller, y la perfecta actriz es Bonnie Wright (Harry Potter)...
- Y para después tenemos a la agente del FBI, la increible Pamela Swan es interpretada por Poppy Montgomery (Imborrable)...
- Carolina Rodríguez sería perfecta como Katerina Graham (Crónicas Vampíricas)...
- Como Logan Carson tenemos a Nicholas Hoult (Memorias de un zombie adolescente, Skins) ...
- La chica mala de esta saga será Charline Jonhson interpretada por Emma Stone (Spider-Man)...
- Por último dejamos a Richard Blackstone, el ya malo de este libro, interpretado por un gran actor como es Tom Welling (Smallville)...
domingo, 2 de febrero de 2014
Capítulo 2: El juicio
''Hola, preciosa'' dijo Dominic nada más sentarme a su lado en la barra.
''Hola, Dom'' dije sonriente mientras le miraba.
Seguía igual que siempre, alto como si pudiera llegar al cielo, con una mirada que te derretía con sólo prestarle un poco de atención y sus ojos, sus ojos de color esmeralda que iluminaban su rostro.
Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que nos habíamos visto, aún recuerdo cuando él se había mudado allí junto con mi hermano para estudiar en la Universidad Estatal, eso había sido desde hace un año, y ninguno de nosotros nos habíamos vuelto a ver desde que se mudaron.
''Hace mucho tiempo que no te veo, ¿no me vas a dar un abrazo? La última vez no me lo llegaste a dar.'' Muy cierto, recuerdo que aquel día no quería despedirme de ninguno de los dos, así que me escondí en mi habitación para evitar lo inevitable.
Le abracé como nunca, sólo había sido un año, pero para mí era como una eternidad, sobretodo con todas las cosas que pasaron en ese año.
''Te he echado de menos'' le dije mientras seguía colgada de su cuello.
Llevaba una sudadera blanca y unos pantalones azules. Su cabello era corto y alborotado, como siempre lo había llevado. El rubio se podía ver a kilómetros, era como volver a casa, o casi.
''Yo también, Kim. No sabes cuánto, sobretodo desde... bueno, desde lo de Kill'' me aparté suavemente de su lado, para poder ver bien su cara y escuchar esas palabras que sabría que tenían que venir.
¿Pero que digo? Recuerda para que estás aquí. Esto no se trata de charlar sobre el asunto, sino, de poner el plan en marcha.
''Kim, sé que esto es duro para ti, pero créeme cuando te digo que también lo es para mi. Killian es mi amigo y su encarcelamiento no son las circunstancias en las que pretendía verte''.
''No digas más. Yo lo sé, confío en ti'' le dije sonriendo para animarle. ''Supongo que sabes que no he venido aquí para hablar del tema.''
Él asiente mientras se acomoda un poco la sudadera.
Bien, llegó la hora de actuar.
''Sé que has cogido una plaza vacante en el Reformatorio Estatal de Minneapolis.''
''Sí. Lo he echo por él, quiero ayudarle aunque sea con darle mejor trato, pero no encuentro dónde lo han encerrado y tampoco puedo ir por ahí preguntando dónde está mi mejor amigo.''
''Tengo un plan para sacarle, Dom. Y necesito tú ayuda'' le dije yendo al grano.
Levantó la cabeza rápidamente y me miró a los ojos, parecía sorprendido que lo dijera tan directamente.
Nos quedamos en silencio un rato, esperando a que lo asimilara, pero cuando por fin iba a hablar, una camarera nos interrumpe.
''¿Puedo ayudarles en algo?''
Dom pide un capuccino plus L* con extra de crema y yo un batido de mango.
Cuando veo que la camarera se va por dónde había venido para preparar nuestro pedido, Dom continúa con lo que iba a decir antes.
''No esperaba menos de ti, Kimmy. Estoy contigo, vamos a salvarlo aunque nos cueste la vida'' Dom me dice totalmente sincero. ''Bien, ¿cuál es tú plan?''
Pensaba que le iba a costar un poco más asimilarlo, pero eso es lo bueno de Dom, nunca te esperas lo que va a hacer o cómo se va a tomar las cosas.
Le conté mi plan y qué cosas debíamos hacer, que cosas necesitaba que él hiciera.
Nunca desconfié de él porque yo sabía que el me ayudaría, pondría su corazón en ello.
Siempre habíamos estado juntos y el no me fallaría, no fallaría a mi hermano, nunca.
Él era una de las pocas personas de las que me podía fiar, incluso después de haber sido novios.
No sabía ni cómo habíamos llegado a serlo, un día surgió, así sin más y le besé. No funcionó. Nos queríamos, pero no cómo pareja, eramos cómo hermanos. Nunca hubiera funcionado y aún así, aquí estamos. Mi mejor amigo y yo unidos para enfrentarnos otra vez a un objetivo mayor.
Nos quedamos callados, el suficiente rato para que la camarera de pelo morado volviera con nuestros pedidos.
Después de un tiempo saboreando el batido y enfriando cada gota de mi cuerpo con él, consigo hablar:
''Necesito que me detengas''.
''¿Qué?'' pregunta sorprendido.
''Necesito que me detengas, aquí, ahora. En medio de toda está gente'' le miró fijamente haciéndole comprender mis palabras.
''¿Quieres hacerlo aquí? ¿Y sí los policías preguntan a los empleados, o a los clientes? Dirán que estuvimos desayunando. ¿Y sí unen cavos?'' Dom se movía en el asiento nervioso, y no era para menos.
''Habrá que arriesgarnos. No podemos perder más tiempo, en lo que hacen los tramites y ponen fecha al juicio tardará días''.
Empecé a remover mi cabello castaño, yo también estaba preocupada, pero aún así, también estaba segura, había que arriesgarlo todo.
''Esto es una locura, Kim. ¿Sabes lo qué estás diciendo?''
''No es para tanto, Dom. No te pongas así.'' Estaba un poco alterado, y su voz estaba elevándose más de lo adecuado.
''No es esto. ¡¿No lo entiendes?! Le prometí a tú hermano que te protegería cuando él no estuviera. Y mira en lo que estamos pensando hacer'' Ahora él estaba anonadado, su café estaba apartado de la mesa por sí se le ocurría tirarlo y no habría probado otro sorbo desde hacía rato.
La gente empezaba a darse cuenta de nuestra presencia en la cafetería, esto no pintaba bien. Este no era el momento que deseaba que estuvieran atentos.
''Por eso mismo, tú lo has dicho. Cuando él no este. No está muerto, Dom, podemos salvarlo. Deja de gritar, por favor, estás alertando a la gente''
Mi mirada era sincera, así que se calló y yo le dí tiempo para asimilar las cosas.
Cogí su barbilla y alcé su cara para que me mirará.
''No puedo hacer todas las cosas desde fuera, necesito entrar, estar dentro de la boca del lobo, ¿entiendes? Tú trabajo de guardia me servirá, porque podremos estar en contacto para cualquier cosa que necesite, pero quiero estar dentro, y no puedo hacerlo de otra forma.''
Intentaba no mirarme, estaba frustrado y se reflejaba en su cara perfecta, se fijaba en el local como si fuera lo único en el mundo. Él sabía que si me miraba, al final bajaría la guardia y aceptaría lo que yo quería hacer.
''Dom, mírame'' le dije cogiéndole de la barbilla y haciendo que me mirará. ''Es de mi hermano de quién estamos hablando. Mi hermano está ahí dentro, creyendo que nosotros pensamos que el mató a Irina Blackstone y esperando a que los días pasen hasta su ejecución, pensando que nadie le va a ayudar, que su destino ya está hecho. Ha tirado la toalla, Dom. No creo que vaya a luchar, no sí piensa que nadie le quiere.''
''Pero Kim, es muy peligroso, él no querría que te arriesgaras así. Él quiere lo mejor para ti.''
Veía como flaqueaba, ya empezaba a entenderme, porque sabía que el también lo quería.
''Necesito que me ayudes, Dom. Eres la única persona en la que puedo confiar ahora mismo. No me puedes fallar, no ahora, no cuando la vida de Kill pierde de un hilo. Por favor, Stuckhouse, ayudame.''
Al oír su apellido pronunciado por mi boca, su cara cambió, comprensión, de eso se trataba esa palabra. Él lo entendía.
Esa palabra, significaba más de lo que se podía pensar de ella.
Cuando eramos pequeños, habíamos ido con sus padres a una casa de montaña en Missoula, Montana. Él se había caído del snowboard y se había roto un tobillo, se puso histérico cuando cuando vio que en las manos, donde se había raspado, le empezaba a salir sangre.
Sólo unos pocos hilillos y se estaba volviendo loco, lloraba tanto que se podía escuchar a kilometros, el problema es que nos habíamos alejado mucho de Alexandra y Marc, sus padres. Y tampoco estaba Kill, ese día se encontraba enfermo y se había quedado en la casa de montaña con la abuela de Dom.
Recuerdo que le dije que se calmara, que todo iba a salir bien, y que debía quedarse sólo durante un rato hasta que pudiera conseguir ayuda. Él no quería afrontar esa situación, no quería pasarla sólo, fue entonces cuando le recordé quién era, quienes eran sus padres, qué el era importante en el mundo. Su don era excepcional, cualquiera no podía tener el don de controlar los aparatos electrónicos, destruir y hacer lo que les plazca a cualquier ordenador, cámara, arma, a todo. Era poderoso, él era poderoso.
No se le volvió a olvidar su nombre, y cada vez que lo repetía, él recordaba el significado que tenía para nosotros.
''Haré todo lo que me pidas, Kimmy. Te prometo qué lo sacaremos de allí. Lo juro.''
No hizo falta más palabras que esa.
Actué y no pensé, porque sabía que si pensaba, me echaría atrás.
Llamé a la camarera de pelo morado para que me entregara la cuenta, aunque yo no tenía esas intenciones. Vi como sus ojos ojos marrones me miraban cuando le entregaba el dinero, y antes de que se fuera, la agarré de la muñeca y le impedí hacerlo.
Y noté como sucedía, encontré mi poder encerrado en mi interior como un latido quieto que intentaba activar y entonces lo sentí, sentí que lo lo expulsaba, lo expulsaba de mi interior y volvía a mí con su vida, estaba obsorbiendóla.
Su vida era pura, llena de juventud y de poder. Todo ese momento lo veía a través de mis ojos, veía como ella se fijaba en mí y empezaba a darse cuenta de lo que hacía.
Le estaba robando la vida con mi don.
Y entonces alguien me cogió por los hombros y me desconcentro de lo que estaba haciendo, de la vida que estaba tomando, y me estremecí, quería toda la juventud que la chica me podía ofrcer y no quería parar de absorber su vida.
Me giré y lo vi, vi a Dominic, él me estaba separando de la chica.
Y en ese momento me dí cuenta que yo quería esto, que el me separará, que yo no quería chuparle todo la energía vital a la camarera, porque me sentiría peor que si no lo hacía.
Dominic me apresó las muñecas con sus manos y me apartó de la camarera fuertemente.
Y fue entonces cuando recordé que hacía, no tenía las cosas claras en la mente excepto que hubiera matado a la chica de verdad si Dom no me hubiera apartado.
Hacía tanto tiempo que no absorbía vida a ningún ser, y que no recordaba lo hermoso que era cuando no lo podías controlar, como cuando era pequeña y mataba sin querer a ardillas cuando nos íbamos de excursión a la montaña.
¡Oh dios mío! ¿Te estás escuchando? Está no eres tú.
Yo no era así, no ahora que lo puedo controlar.
Volví a la realidad y me dí cuenta de la chica a mis pies, tirada sobre el suelo. Sus compañeros de trabajo la rodeaban he intentan reanimarla de cualquier forma, pero no respondía.
¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¡Esto no puede estar pasando! Oh, por favor, que no este muerta... Sí la energía que tome fue poca, ¡¿cómo puede estar muerta?!
Hay momentos en la vida en los que crees de verdad, que vas a morir, como cuando me contaron que mis padres habían muerto en un accidente de coche a los seis años, pues justo este es uno de esos momentos. Esos momentos en los que no puedes más, y te quedas sin energía, pierdes el equilibrio y te caes al suelo, y haces lo que nunca harías: lloras.
Justo en este momento, en este instante me doy cuenta de lo que puedo ser capaz, justo en estos segundos, es cuando llegas a tu máximo potencial.
Escuché como llegaban la ambulancia y la policía, y en medio de este caos, yo no me podía mover, mi subconsciente no quería dejarme abrir los ojos.
Sentí como un enfermero media mi pulso y decía que sólo estaba inconsciente y escuché como también lo hacía con la camarera, y cuando por fin dijo palabras tranquilizadoras y repetía a todos sus compañeros que la mujer estaba viva y la iban a llevar al hospital hasta que despertara.
Yo, en cambio, tuve suerte, hicieron exactamente lo que deseaba, me metieron en un coche de policía.
Lo último que pude oír, fue el rugido corto del coche al arrancar, antes de que me desmallara definitivamente.
Me desperté de más tarde en la noche, lo sabía por el reloj que había al frente de la pared en la que se encontraba mi celda.
La celda en la que me habían metido estaba bastante
oscura, supongo que estaban ahorrando luz,
sus barrotes ya estaban muy oxidados y el lavabo y
el váter se veían bien usados.
Me senté en la cama que estaba al lado del váter,
un poco mal higiénico por parte de los constructores
de la comisaría de policía, y junte mis pies con las manos, así quedaba en forma fetal mientras
descansaba un poco.
''¿Cómo te llamas, chica?''
No había escuchado la llegada del policía, y me había pegado un susto de muerte cuando me preguntó eso.
Quite los pies que estaban dejando reposar mi cabeza y me quede sentada normal en la cama, le miré
cuando hablé:
''Me llamó Kimberly Angeline Kardashian''
Y estoy aquí para salvar a mi hermano.
''Vaya, otra Kardashian entre rejas. Vuestra familia está máldita'' el policía empezó a reírse delante de mi cara.
Bien, yo no aguantó a la gente así. Me levanté con
fuerza de la cama y pegada a los barrotes le dije:
''Es curioso que me diga eso un policía maloliente y asqueroso, que sólo se ocupa de agrupar papeleo y está siempre llorando cuando tiene un rato en su apartamento cochambroso porque perdió a su mujer y a su hijo, por ser demasiado idiota para prestar atención a su vida'' le solté con desprecio.
Yo estallo fácilmente, es una de las cosas que tengo,
callarme no es una de mis virtudes, aunque tampoco
creo que sea peor morderse la lengua y no decir nada.
El policía me estaba mirando como si no pudiera creer
lo que había dicho. Acababa de dar en el clavo con mi
suposición.
''Quiero que sepas una cosa de mi, capullo. No aguantó a las personas que hablan de los demás mal,
cuando ellos mismos son unas verdaderas mierdas.
Cuidado con decir algo más de mi familia, o estarás
muerto antes de que acabe el día.''
Por el mismo camino por el que venía se marcho con
su olor apestoso y su libreta asquerosa, se veía que no le sentaba bien que le dijeran la verdad a la cara.
En serio, odio a estos tipos.
Después de unos días en la cárcel mal higiénica, por fin llegó el día del juicio.
Mi abogado había conseguido bastante rápido la fecha
dado que me quería presentar culpable, y no había
mucho de lo que hablar.
Por suerte, no volví a ver al policía apestoso, el mismo día en el que le dije la realidad de su situación, apareció otro mucho más amable y menos
hablador de estupideces.
Me dejaron la mañana para darme una buena ducha, vestirme y arreglarme para estar adecuadamente aseada a la hora del juicio. Todavía no tenía idea de cuando recogieron mi bolsa del gimnasio con mis cosas, pero la cuestión es que estaba aquí con mis pertenencias.
Cuando terminé de hacerlo, salí del baño y me uní al policía que esperaba en la puerta.
''Vamos, Kardashian, tu juicio espera''
Un policía más joven que los dos anteriores que me habían atendido vino a llevarme hasta el jurado dónde decidirián mi sentencia.
El uniforme le quedaba un poco grande y el pelo lo tenía peinado hacía delante con gel fijador, era guapo para ser un poli.
Me cogió de las muñecas, y cuando ya estuve
esposada me llevó através de la comisaria de policía hasta la salida principal.
La puerta estaba abarrotada de paparazzis, todos
preguntándome cosas de mi vida a ver si soltaba algo, por supuesto, yo no dije ni «mú».
No me extrañaba que estuvieran aquí, toda la vida los
tuve alrededor de mi familia, sobre todo el día en el
que mis padres murieron, no entendía como unos
seres tan desgraciados le podían preguntar a una niña de seis años y a su hermano de ocho, como se
encontraban después de darnos las noticias.
Que fuéramos famosos por nuestro don terrible y por
las numerosas desgracias que pasaban en tu familia, no era muy conmovedor.
El policía joven me llevó a uno de esos transportes
nuevos que habían inventados sólo para los que
impartían la ley, era un vehículo blindado, indestructible pero menos pesado que un tanque,
se llamaba «snyx», había visto la historia en una de
las entradas en el blog de noticias.
El snyx era impresionantemente enorme, y el dinero
que debía costar, ya no digamos.
Me metió allí, dónde la única cosa que tenía era unos
tablujos para que me sentara, ya que era tan caro, no entendía como no podían hacerlo un poco más
cómodo para los presos.
El vehículo no tenía ventanas, así que me quedé
todo el viaje escuchando el ruido del motor y las
innumerables sacudidas del snyx.
Cuando llegamos a los juzgados, como no, había más paparazzis y más guardias de seguridad que
impedían el paso. Fue muy costoso apartarlos a todos para que nos dejaran entrar sin que nos pararan.
Sé que no soy para nada amante de matar a la gente, pero lo hago cuando es necesario, sobretodo cuando quiero sobrevivir. Aunque la mayoría de las
veces sólo los dejo inconscientes, algún día me dará
mucho gusto matar a algún paparazzi.
Mi abogado se encontraba casi a la entrada, y empezó a hablarme como loco de lo que debía decir para no cagarla. Cuánto me hubiera gustado cerrarle
la boca y decirle que había practicado esto millones de veces, no me tenía que dar ninguna de esas
explicaciones.
Me encontraba sentada en el asiento del demandado, junto con mi abogado y unos cuántos guardias a mi alrededor. El juez aún no había llegado por lo que me puse a remover mi pelo castaño claro para entretenerme. No sé como me veían los demás dado que en la comisaria no había espejos, pero intuía que mis ojos azules estaban rojos por el cansancio, ayer no había dormido prácticamente.
Paso un tiempo largo hasta que llego el juez, bueno, la que apareció era una jueza e iba a saco.
''Entre en la sala, su señoría Jeanine Winslet'' anunció una voz mientras ella se sentaba.
''Estamos aquí reunidos para celebrar el juicio de Kimberly Kardashian por intento de asesinato con su don a Rosemarie Taken'' la jueza Winslet mira los papeles de mi acusación y prosigue con el juicio. ''La señorita Kardashian se encontraba en el local Shazha mientras se tomaba su desayuno, la herida señorita Taken, que no se encuentra hoy por el trauma que se le ha quedado, era la camarera de la acusada, que se encontraba recibiendo la cuenta en el momento del acto de muerte.''
Los oyentes de la sala mantenían la atención a las palabras que la jueza decía, la sala no era muy ruidosa, y se podían escuchar algunos cuchicheos de los oyentes.
En un momento en el que creí que estaría sola en el juicio escuché abrirse la puerta y me giré rápidamente por la sorpresa que me lleve al escuchar un ruido aparte de los cuchicheos, aunque más sorprendida estuve cuando vi a Dominic.
Dom estaba arreglado elegantemente, con un traje azul oscuro y zapatos de marca, todo el mundo desvío lo que estaba haciendo cuando lo vieron entrar y tomar asiento, deslumbraba a la sala entera sólo con su imagen. Un momento antes de reanudar el juicio se fijó en mí y me dio un asentimiento de cabeza, me sentía mejor con él allí.
''Bien, reanudando con los hechos, algo importante que destacar con el tema de la señorita Kardashian, es que para este acto malvado por su parte uso sus poderes según tengo entendido'' me miró antes de seguir con su frase: ''Este acto infringe innumerables leyes que se han escrito a lo largo de la historia, pero fundamentalmente, ha deshonrado sus grandes dotes.''
Bien, esto se veía venir. Todo estaba hecho, el juicio estaba perdido y aunque mi cara era oscura y sin palabras, sentía alegría de haber llegado hasta aquí, ahora solo quedaba el final.
''Muy bien. ¿Tiene algo que decir a su favor, señorita Kardashian?'' me preguntó la jueza con una mirada dura, parece que así intimidaba a la gente, aunque conmigo no lo consiguió.
''No, señoría'' dije con total seguridad, mientras miraba a mi abogado que ponía una cara severa y se paraba para hacerle frente él a la jueza.
''Señoría, ¿puede darme un momento para hablar con mi cliente?'' la jueza asintió con la cabeza y nos dejó hablar un momento.
''¿Qué haces?'' ahora mi abogado se dirigía a mí. ''Quedamos en que diríamos que no lo hiciste a propósito, que te descontrolaste''.
''No, no quedamos en nada, Flinch. No quiero seguir aquí por mucho tiempo, te pagaré de todas formas, así que no te preocupes más. Ya está decidido.'' me levanté y le dije a la jueza que continuará con el juicio.
Mi abogado puso una cara de enojado porque no tuvo que hacer nada, aunque debería estar saltando de alegría con lo caro que me salió contratarle. Sí total, ganaba dinero por no solo presentarte al juicio.
''Bueno, prosigamos. ¿Cómo se declara la acusada?''
No tuvo que decir ni una sola palabra más.
''Culpable.''
La mirada que me dio la jueza fue más dulce, viendo que no le hacía perder el tiempo con mi caso. Miró un momento a los oyentes y después me miró a mí.
''Dado que la señorita Kardashian se declara culpable, no necesitaremos la respuesta de los oyentes. Por lo tanto, no perdamos más tiempo. Kimberly Kardashian, la condeno a cuarenta y cinco años en prisión.''
Me levanté junto con mi abogado en cuánto escuché eso. Ahora venía lo que más quería en el mundo, aparte de bueno, salvar a mi hermano, pero claro, había que ir por orden y este era el comienzo.
''He visto que a puesto en la casilla de qué reformatorio le parece mejor, el Reformatorio Estatal de Minneapolis, por lo tanto he considerado su elección y ese será su sitio hasta que cumpla la mayoría de edad y pasé a elegir una cárcel para adultos.''
Nos miramos durante un momento hasta que por fin la jueza dijo: ''Se cierra la sesión'' mientras se levantaba del asiento.
Después de eso, los guardias vinieron directamente hacía mí y me llevaron a través de la multitud hacía fuera de los juzgados.
Me dí cuenta que al igual que los policías, todos llevaban la piel recubierta con un traje que impedían que alguien los matara con algún don, supuse que ese alguien sería yo, aunque si de verdad quisiera matarlos, ya lo habría hecho. Ya de paso que se molestaban a ponerse esa cosa, podían ser más cuidadosos y añadir un casco, porque la cabeza también era piel y podía eliminarlos en cuánto quisiera.
Pasando a los periodistas majaderos, solo me paré un momento antes de subir al snyx, para mirar a Dominic, que bajaba las escaleras para darme un vistazo antes de desaparecer.
Le lancé una sonrisa antes de que lo perdiera de vista y subiera al snyx, escuche ruido de los coches y de los periodistas, pero lo único que podía sentir de verdad era el cariño hacía el chico con los ojos verde esmeralda, que siempre había estado conmigo en todo momento y me había ayudado en esta primera fase para sacar a mi hermano de prisión.
''Hola, Dom'' dije sonriente mientras le miraba.
Seguía igual que siempre, alto como si pudiera llegar al cielo, con una mirada que te derretía con sólo prestarle un poco de atención y sus ojos, sus ojos de color esmeralda que iluminaban su rostro.
Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que nos habíamos visto, aún recuerdo cuando él se había mudado allí junto con mi hermano para estudiar en la Universidad Estatal, eso había sido desde hace un año, y ninguno de nosotros nos habíamos vuelto a ver desde que se mudaron.
''Hace mucho tiempo que no te veo, ¿no me vas a dar un abrazo? La última vez no me lo llegaste a dar.'' Muy cierto, recuerdo que aquel día no quería despedirme de ninguno de los dos, así que me escondí en mi habitación para evitar lo inevitable.
Le abracé como nunca, sólo había sido un año, pero para mí era como una eternidad, sobretodo con todas las cosas que pasaron en ese año.
''Te he echado de menos'' le dije mientras seguía colgada de su cuello.
Llevaba una sudadera blanca y unos pantalones azules. Su cabello era corto y alborotado, como siempre lo había llevado. El rubio se podía ver a kilómetros, era como volver a casa, o casi.
''Yo también, Kim. No sabes cuánto, sobretodo desde... bueno, desde lo de Kill'' me aparté suavemente de su lado, para poder ver bien su cara y escuchar esas palabras que sabría que tenían que venir.
¿Pero que digo? Recuerda para que estás aquí. Esto no se trata de charlar sobre el asunto, sino, de poner el plan en marcha.
''Kim, sé que esto es duro para ti, pero créeme cuando te digo que también lo es para mi. Killian es mi amigo y su encarcelamiento no son las circunstancias en las que pretendía verte''.
''No digas más. Yo lo sé, confío en ti'' le dije sonriendo para animarle. ''Supongo que sabes que no he venido aquí para hablar del tema.''
Él asiente mientras se acomoda un poco la sudadera.
Bien, llegó la hora de actuar.
''Sé que has cogido una plaza vacante en el Reformatorio Estatal de Minneapolis.''
''Sí. Lo he echo por él, quiero ayudarle aunque sea con darle mejor trato, pero no encuentro dónde lo han encerrado y tampoco puedo ir por ahí preguntando dónde está mi mejor amigo.''
''Tengo un plan para sacarle, Dom. Y necesito tú ayuda'' le dije yendo al grano.
Levantó la cabeza rápidamente y me miró a los ojos, parecía sorprendido que lo dijera tan directamente.
Nos quedamos en silencio un rato, esperando a que lo asimilara, pero cuando por fin iba a hablar, una camarera nos interrumpe.
''¿Puedo ayudarles en algo?''
Dom pide un capuccino plus L* con extra de crema y yo un batido de mango.
Cuando veo que la camarera se va por dónde había venido para preparar nuestro pedido, Dom continúa con lo que iba a decir antes.
''No esperaba menos de ti, Kimmy. Estoy contigo, vamos a salvarlo aunque nos cueste la vida'' Dom me dice totalmente sincero. ''Bien, ¿cuál es tú plan?''
Pensaba que le iba a costar un poco más asimilarlo, pero eso es lo bueno de Dom, nunca te esperas lo que va a hacer o cómo se va a tomar las cosas.
Le conté mi plan y qué cosas debíamos hacer, que cosas necesitaba que él hiciera.
Nunca desconfié de él porque yo sabía que el me ayudaría, pondría su corazón en ello.
Siempre habíamos estado juntos y el no me fallaría, no fallaría a mi hermano, nunca.
Él era una de las pocas personas de las que me podía fiar, incluso después de haber sido novios.
No sabía ni cómo habíamos llegado a serlo, un día surgió, así sin más y le besé. No funcionó. Nos queríamos, pero no cómo pareja, eramos cómo hermanos. Nunca hubiera funcionado y aún así, aquí estamos. Mi mejor amigo y yo unidos para enfrentarnos otra vez a un objetivo mayor.
Nos quedamos callados, el suficiente rato para que la camarera de pelo morado volviera con nuestros pedidos.
Después de un tiempo saboreando el batido y enfriando cada gota de mi cuerpo con él, consigo hablar:
''Necesito que me detengas''.
''¿Qué?'' pregunta sorprendido.
''Necesito que me detengas, aquí, ahora. En medio de toda está gente'' le miró fijamente haciéndole comprender mis palabras.
''¿Quieres hacerlo aquí? ¿Y sí los policías preguntan a los empleados, o a los clientes? Dirán que estuvimos desayunando. ¿Y sí unen cavos?'' Dom se movía en el asiento nervioso, y no era para menos.
''Habrá que arriesgarnos. No podemos perder más tiempo, en lo que hacen los tramites y ponen fecha al juicio tardará días''.
Empecé a remover mi cabello castaño, yo también estaba preocupada, pero aún así, también estaba segura, había que arriesgarlo todo.
''Esto es una locura, Kim. ¿Sabes lo qué estás diciendo?''
''No es para tanto, Dom. No te pongas así.'' Estaba un poco alterado, y su voz estaba elevándose más de lo adecuado.
''No es esto. ¡¿No lo entiendes?! Le prometí a tú hermano que te protegería cuando él no estuviera. Y mira en lo que estamos pensando hacer'' Ahora él estaba anonadado, su café estaba apartado de la mesa por sí se le ocurría tirarlo y no habría probado otro sorbo desde hacía rato.
La gente empezaba a darse cuenta de nuestra presencia en la cafetería, esto no pintaba bien. Este no era el momento que deseaba que estuvieran atentos.
''Por eso mismo, tú lo has dicho. Cuando él no este. No está muerto, Dom, podemos salvarlo. Deja de gritar, por favor, estás alertando a la gente''
Mi mirada era sincera, así que se calló y yo le dí tiempo para asimilar las cosas.
Cogí su barbilla y alcé su cara para que me mirará.
''No puedo hacer todas las cosas desde fuera, necesito entrar, estar dentro de la boca del lobo, ¿entiendes? Tú trabajo de guardia me servirá, porque podremos estar en contacto para cualquier cosa que necesite, pero quiero estar dentro, y no puedo hacerlo de otra forma.''
Intentaba no mirarme, estaba frustrado y se reflejaba en su cara perfecta, se fijaba en el local como si fuera lo único en el mundo. Él sabía que si me miraba, al final bajaría la guardia y aceptaría lo que yo quería hacer.
''Dom, mírame'' le dije cogiéndole de la barbilla y haciendo que me mirará. ''Es de mi hermano de quién estamos hablando. Mi hermano está ahí dentro, creyendo que nosotros pensamos que el mató a Irina Blackstone y esperando a que los días pasen hasta su ejecución, pensando que nadie le va a ayudar, que su destino ya está hecho. Ha tirado la toalla, Dom. No creo que vaya a luchar, no sí piensa que nadie le quiere.''
''Pero Kim, es muy peligroso, él no querría que te arriesgaras así. Él quiere lo mejor para ti.''
Veía como flaqueaba, ya empezaba a entenderme, porque sabía que el también lo quería.
''Necesito que me ayudes, Dom. Eres la única persona en la que puedo confiar ahora mismo. No me puedes fallar, no ahora, no cuando la vida de Kill pierde de un hilo. Por favor, Stuckhouse, ayudame.''
Al oír su apellido pronunciado por mi boca, su cara cambió, comprensión, de eso se trataba esa palabra. Él lo entendía.
Esa palabra, significaba más de lo que se podía pensar de ella.
Cuando eramos pequeños, habíamos ido con sus padres a una casa de montaña en Missoula, Montana. Él se había caído del snowboard y se había roto un tobillo, se puso histérico cuando cuando vio que en las manos, donde se había raspado, le empezaba a salir sangre.
Sólo unos pocos hilillos y se estaba volviendo loco, lloraba tanto que se podía escuchar a kilometros, el problema es que nos habíamos alejado mucho de Alexandra y Marc, sus padres. Y tampoco estaba Kill, ese día se encontraba enfermo y se había quedado en la casa de montaña con la abuela de Dom.
Recuerdo que le dije que se calmara, que todo iba a salir bien, y que debía quedarse sólo durante un rato hasta que pudiera conseguir ayuda. Él no quería afrontar esa situación, no quería pasarla sólo, fue entonces cuando le recordé quién era, quienes eran sus padres, qué el era importante en el mundo. Su don era excepcional, cualquiera no podía tener el don de controlar los aparatos electrónicos, destruir y hacer lo que les plazca a cualquier ordenador, cámara, arma, a todo. Era poderoso, él era poderoso.
No se le volvió a olvidar su nombre, y cada vez que lo repetía, él recordaba el significado que tenía para nosotros.
''Haré todo lo que me pidas, Kimmy. Te prometo qué lo sacaremos de allí. Lo juro.''
No hizo falta más palabras que esa.
Actué y no pensé, porque sabía que si pensaba, me echaría atrás.
Llamé a la camarera de pelo morado para que me entregara la cuenta, aunque yo no tenía esas intenciones. Vi como sus ojos ojos marrones me miraban cuando le entregaba el dinero, y antes de que se fuera, la agarré de la muñeca y le impedí hacerlo.
Y noté como sucedía, encontré mi poder encerrado en mi interior como un latido quieto que intentaba activar y entonces lo sentí, sentí que lo lo expulsaba, lo expulsaba de mi interior y volvía a mí con su vida, estaba obsorbiendóla.
Su vida era pura, llena de juventud y de poder. Todo ese momento lo veía a través de mis ojos, veía como ella se fijaba en mí y empezaba a darse cuenta de lo que hacía.
Le estaba robando la vida con mi don.
Y entonces alguien me cogió por los hombros y me desconcentro de lo que estaba haciendo, de la vida que estaba tomando, y me estremecí, quería toda la juventud que la chica me podía ofrcer y no quería parar de absorber su vida.
Me giré y lo vi, vi a Dominic, él me estaba separando de la chica.
Y en ese momento me dí cuenta que yo quería esto, que el me separará, que yo no quería chuparle todo la energía vital a la camarera, porque me sentiría peor que si no lo hacía.
Dominic me apresó las muñecas con sus manos y me apartó de la camarera fuertemente.
Y fue entonces cuando recordé que hacía, no tenía las cosas claras en la mente excepto que hubiera matado a la chica de verdad si Dom no me hubiera apartado.
Hacía tanto tiempo que no absorbía vida a ningún ser, y que no recordaba lo hermoso que era cuando no lo podías controlar, como cuando era pequeña y mataba sin querer a ardillas cuando nos íbamos de excursión a la montaña.
¡Oh dios mío! ¿Te estás escuchando? Está no eres tú.
Yo no era así, no ahora que lo puedo controlar.
Volví a la realidad y me dí cuenta de la chica a mis pies, tirada sobre el suelo. Sus compañeros de trabajo la rodeaban he intentan reanimarla de cualquier forma, pero no respondía.
¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¡Esto no puede estar pasando! Oh, por favor, que no este muerta... Sí la energía que tome fue poca, ¡¿cómo puede estar muerta?!
Hay momentos en la vida en los que crees de verdad, que vas a morir, como cuando me contaron que mis padres habían muerto en un accidente de coche a los seis años, pues justo este es uno de esos momentos. Esos momentos en los que no puedes más, y te quedas sin energía, pierdes el equilibrio y te caes al suelo, y haces lo que nunca harías: lloras.
Justo en este momento, en este instante me doy cuenta de lo que puedo ser capaz, justo en estos segundos, es cuando llegas a tu máximo potencial.
† † †
Estaba medio inconsciente, pero sentía todo a mi alrededor, se había formado un escandalo en el establecimiento y no era para menos.Escuché como llegaban la ambulancia y la policía, y en medio de este caos, yo no me podía mover, mi subconsciente no quería dejarme abrir los ojos.
Sentí como un enfermero media mi pulso y decía que sólo estaba inconsciente y escuché como también lo hacía con la camarera, y cuando por fin dijo palabras tranquilizadoras y repetía a todos sus compañeros que la mujer estaba viva y la iban a llevar al hospital hasta que despertara.
Yo, en cambio, tuve suerte, hicieron exactamente lo que deseaba, me metieron en un coche de policía.
Lo último que pude oír, fue el rugido corto del coche al arrancar, antes de que me desmallara definitivamente.
† † †
Me desperté de más tarde en la noche, lo sabía por el reloj que había al frente de la pared en la que se encontraba mi celda.
La celda en la que me habían metido estaba bastante
oscura, supongo que estaban ahorrando luz,
sus barrotes ya estaban muy oxidados y el lavabo y
el váter se veían bien usados.
Me senté en la cama que estaba al lado del váter,
un poco mal higiénico por parte de los constructores
de la comisaría de policía, y junte mis pies con las manos, así quedaba en forma fetal mientras
descansaba un poco.
''¿Cómo te llamas, chica?''
No había escuchado la llegada del policía, y me había pegado un susto de muerte cuando me preguntó eso.
Quite los pies que estaban dejando reposar mi cabeza y me quede sentada normal en la cama, le miré
cuando hablé:
''Me llamó Kimberly Angeline Kardashian''
Y estoy aquí para salvar a mi hermano.
''Vaya, otra Kardashian entre rejas. Vuestra familia está máldita'' el policía empezó a reírse delante de mi cara.
Bien, yo no aguantó a la gente así. Me levanté con
fuerza de la cama y pegada a los barrotes le dije:
''Es curioso que me diga eso un policía maloliente y asqueroso, que sólo se ocupa de agrupar papeleo y está siempre llorando cuando tiene un rato en su apartamento cochambroso porque perdió a su mujer y a su hijo, por ser demasiado idiota para prestar atención a su vida'' le solté con desprecio.
Yo estallo fácilmente, es una de las cosas que tengo,
callarme no es una de mis virtudes, aunque tampoco
creo que sea peor morderse la lengua y no decir nada.
El policía me estaba mirando como si no pudiera creer
lo que había dicho. Acababa de dar en el clavo con mi
suposición.
''Quiero que sepas una cosa de mi, capullo. No aguantó a las personas que hablan de los demás mal,
cuando ellos mismos son unas verdaderas mierdas.
Cuidado con decir algo más de mi familia, o estarás
muerto antes de que acabe el día.''
Por el mismo camino por el que venía se marcho con
su olor apestoso y su libreta asquerosa, se veía que no le sentaba bien que le dijeran la verdad a la cara.
En serio, odio a estos tipos.
† † †
Después de unos días en la cárcel mal higiénica, por fin llegó el día del juicio.
Mi abogado había conseguido bastante rápido la fecha
dado que me quería presentar culpable, y no había
mucho de lo que hablar.
Por suerte, no volví a ver al policía apestoso, el mismo día en el que le dije la realidad de su situación, apareció otro mucho más amable y menos
hablador de estupideces.
Me dejaron la mañana para darme una buena ducha, vestirme y arreglarme para estar adecuadamente aseada a la hora del juicio. Todavía no tenía idea de cuando recogieron mi bolsa del gimnasio con mis cosas, pero la cuestión es que estaba aquí con mis pertenencias.
Cuando terminé de hacerlo, salí del baño y me uní al policía que esperaba en la puerta.
''Vamos, Kardashian, tu juicio espera''
Un policía más joven que los dos anteriores que me habían atendido vino a llevarme hasta el jurado dónde decidirián mi sentencia.
El uniforme le quedaba un poco grande y el pelo lo tenía peinado hacía delante con gel fijador, era guapo para ser un poli.
Me cogió de las muñecas, y cuando ya estuve
esposada me llevó através de la comisaria de policía hasta la salida principal.
La puerta estaba abarrotada de paparazzis, todos
preguntándome cosas de mi vida a ver si soltaba algo, por supuesto, yo no dije ni «mú».
No me extrañaba que estuvieran aquí, toda la vida los
tuve alrededor de mi familia, sobre todo el día en el
que mis padres murieron, no entendía como unos
seres tan desgraciados le podían preguntar a una niña de seis años y a su hermano de ocho, como se
encontraban después de darnos las noticias.
Que fuéramos famosos por nuestro don terrible y por
las numerosas desgracias que pasaban en tu familia, no era muy conmovedor.
El policía joven me llevó a uno de esos transportes
nuevos que habían inventados sólo para los que
impartían la ley, era un vehículo blindado, indestructible pero menos pesado que un tanque,
se llamaba «snyx», había visto la historia en una de
las entradas en el blog de noticias.
El snyx era impresionantemente enorme, y el dinero
que debía costar, ya no digamos.
Me metió allí, dónde la única cosa que tenía era unos
tablujos para que me sentara, ya que era tan caro, no entendía como no podían hacerlo un poco más
cómodo para los presos.
El vehículo no tenía ventanas, así que me quedé
todo el viaje escuchando el ruido del motor y las
innumerables sacudidas del snyx.
Cuando llegamos a los juzgados, como no, había más paparazzis y más guardias de seguridad que
impedían el paso. Fue muy costoso apartarlos a todos para que nos dejaran entrar sin que nos pararan.
Sé que no soy para nada amante de matar a la gente, pero lo hago cuando es necesario, sobretodo cuando quiero sobrevivir. Aunque la mayoría de las
veces sólo los dejo inconscientes, algún día me dará
mucho gusto matar a algún paparazzi.
Mi abogado se encontraba casi a la entrada, y empezó a hablarme como loco de lo que debía decir para no cagarla. Cuánto me hubiera gustado cerrarle
la boca y decirle que había practicado esto millones de veces, no me tenía que dar ninguna de esas
explicaciones.
† † †
Paso un tiempo largo hasta que llego el juez, bueno, la que apareció era una jueza e iba a saco.
''Entre en la sala, su señoría Jeanine Winslet'' anunció una voz mientras ella se sentaba.
''Estamos aquí reunidos para celebrar el juicio de Kimberly Kardashian por intento de asesinato con su don a Rosemarie Taken'' la jueza Winslet mira los papeles de mi acusación y prosigue con el juicio. ''La señorita Kardashian se encontraba en el local Shazha mientras se tomaba su desayuno, la herida señorita Taken, que no se encuentra hoy por el trauma que se le ha quedado, era la camarera de la acusada, que se encontraba recibiendo la cuenta en el momento del acto de muerte.''
Los oyentes de la sala mantenían la atención a las palabras que la jueza decía, la sala no era muy ruidosa, y se podían escuchar algunos cuchicheos de los oyentes.
En un momento en el que creí que estaría sola en el juicio escuché abrirse la puerta y me giré rápidamente por la sorpresa que me lleve al escuchar un ruido aparte de los cuchicheos, aunque más sorprendida estuve cuando vi a Dominic.
Dom estaba arreglado elegantemente, con un traje azul oscuro y zapatos de marca, todo el mundo desvío lo que estaba haciendo cuando lo vieron entrar y tomar asiento, deslumbraba a la sala entera sólo con su imagen. Un momento antes de reanudar el juicio se fijó en mí y me dio un asentimiento de cabeza, me sentía mejor con él allí.
''Bien, reanudando con los hechos, algo importante que destacar con el tema de la señorita Kardashian, es que para este acto malvado por su parte uso sus poderes según tengo entendido'' me miró antes de seguir con su frase: ''Este acto infringe innumerables leyes que se han escrito a lo largo de la historia, pero fundamentalmente, ha deshonrado sus grandes dotes.''
Bien, esto se veía venir. Todo estaba hecho, el juicio estaba perdido y aunque mi cara era oscura y sin palabras, sentía alegría de haber llegado hasta aquí, ahora solo quedaba el final.
''Muy bien. ¿Tiene algo que decir a su favor, señorita Kardashian?'' me preguntó la jueza con una mirada dura, parece que así intimidaba a la gente, aunque conmigo no lo consiguió.
''No, señoría'' dije con total seguridad, mientras miraba a mi abogado que ponía una cara severa y se paraba para hacerle frente él a la jueza.
''Señoría, ¿puede darme un momento para hablar con mi cliente?'' la jueza asintió con la cabeza y nos dejó hablar un momento.
''¿Qué haces?'' ahora mi abogado se dirigía a mí. ''Quedamos en que diríamos que no lo hiciste a propósito, que te descontrolaste''.
''No, no quedamos en nada, Flinch. No quiero seguir aquí por mucho tiempo, te pagaré de todas formas, así que no te preocupes más. Ya está decidido.'' me levanté y le dije a la jueza que continuará con el juicio.
Mi abogado puso una cara de enojado porque no tuvo que hacer nada, aunque debería estar saltando de alegría con lo caro que me salió contratarle. Sí total, ganaba dinero por no solo presentarte al juicio.
''Bueno, prosigamos. ¿Cómo se declara la acusada?''
No tuvo que decir ni una sola palabra más.
''Culpable.''
La mirada que me dio la jueza fue más dulce, viendo que no le hacía perder el tiempo con mi caso. Miró un momento a los oyentes y después me miró a mí.
''Dado que la señorita Kardashian se declara culpable, no necesitaremos la respuesta de los oyentes. Por lo tanto, no perdamos más tiempo. Kimberly Kardashian, la condeno a cuarenta y cinco años en prisión.''
Me levanté junto con mi abogado en cuánto escuché eso. Ahora venía lo que más quería en el mundo, aparte de bueno, salvar a mi hermano, pero claro, había que ir por orden y este era el comienzo.
''He visto que a puesto en la casilla de qué reformatorio le parece mejor, el Reformatorio Estatal de Minneapolis, por lo tanto he considerado su elección y ese será su sitio hasta que cumpla la mayoría de edad y pasé a elegir una cárcel para adultos.''
Nos miramos durante un momento hasta que por fin la jueza dijo: ''Se cierra la sesión'' mientras se levantaba del asiento.
Después de eso, los guardias vinieron directamente hacía mí y me llevaron a través de la multitud hacía fuera de los juzgados.
Me dí cuenta que al igual que los policías, todos llevaban la piel recubierta con un traje que impedían que alguien los matara con algún don, supuse que ese alguien sería yo, aunque si de verdad quisiera matarlos, ya lo habría hecho. Ya de paso que se molestaban a ponerse esa cosa, podían ser más cuidadosos y añadir un casco, porque la cabeza también era piel y podía eliminarlos en cuánto quisiera.
Pasando a los periodistas majaderos, solo me paré un momento antes de subir al snyx, para mirar a Dominic, que bajaba las escaleras para darme un vistazo antes de desaparecer.
Le lancé una sonrisa antes de que lo perdiera de vista y subiera al snyx, escuche ruido de los coches y de los periodistas, pero lo único que podía sentir de verdad era el cariño hacía el chico con los ojos verde esmeralda, que siempre había estado conmigo en todo momento y me había ayudado en esta primera fase para sacar a mi hermano de prisión.
Capítulo 1: El viaje comienza
Cuando llegué a Minneapolis estaba lloviendo, sobretodo lo que hacía era aire y no pude mantener el abrigo de cuero desabrochado por mucho tiempo.
El viaje desde Virginia no había sido tan largo, sólo era coger un avión a una ciudad distinta, sólo que este no era cualquier viaje, este viaje me haría hacer una cosa muy mala para poder conseguir lo que quería.
Mi nerviosismo no era para menos, las cosas las había planeado desde hace unos nueve meses, pero pensar y hacerlas son dos palabras muy distintas.
Mientras salía del aeropuerto a todo prisa y cogía un taxi a mi destino, sólo pensaba en lo que tendría que contenerme para llegar a ver a mi hermano.
Mi hermano, esa era la cuestión de todo lo que estaba haciendo. La verdad es que hacía más de un año que no lo veía, desde que lo metieron en prisión no había sabido nada de él, no me dejaron verlo, ni hablar por teléfono, ni nuestra abogada pudo hacer nada para comunicarme con él.
Killian era muchas cosas, pero no era un asesino, pero sólo unos pocos, que lo conocíamos de verdad sabemos que él no pudo haber matado a Irina.
Irina era la novia de Killian, su padre no era nada más ni nada menos que el Gobernador de California, por eso es que no habían puesto un dedo en sacarlo de la cárcel o de la ejecución que se avecinaba.
Él era un político, uno con dinero suficiente para comprar a cualquier estúpido investigador y hacerlo poner en contra de Killian.
Debo decir que el hombre tenía sus razones, encontrarse a su hija muerta en manos de su novio no daba mucho a lo que pensar, hasta yo lo hubiera culpado si fuera él. Lo que el Gobernador no sabe es que alguien como mi hermano, con su don quiero decir, es imposible que dejes rastros de su muerte, huellas o forcejeos o cosas por el estilo. Además, ¿por qué mi hermano querría matar a Irina?
El don de Killian, mi don, era matar con el tacto, todo el mundo lo llamaba «toque de la muerte».
Se suponía que dos hermanos de distinto género, no podían tener el mismo don, pero lo que pasó fue hace mucho tiempo, cuando mi tatara-abuelo cambió la ley que hace muy poco se había asentado.
No hacía tanto tiempo que la gente empezó a evolucionar, los humanos comenzaban a cambiar, a tener magia y brujería, como muchos los llamaban, pero no se trataba nada de eso. Sólo unas cuántas células se renovaban y nos convertían en seres con poderes, nosotros lo llamábamos dones.
Cada persona nacía con un don diferente, bueno no todos. Como antes había dicho los Kardashian eran diferentes, uno de mis antepasados se había casado con su prima y eso provocó que todos siguiéramos con el mismo don, fuéramos mujer o hombre tendríamos el mismo don de siempre.
Lo normal era que las madres transmitieran su don a sus hijas, al igual que los padres su don a sus hijos, bien, pues eso en nuestra familia era excepcional.
De ahí que fuéramos famosos y conociéramos a gente cómo el Gobernador, eramos una de las familias más ricas de la historia.
Aparte del problema de matar, la cosa es que mi familia moría joven, no había mucha gente que quedara viva pasados los cuarenta, o era por la locura o porque te matabas, o porque provocabas la muerte de otra persona y te ejecutaban.
Toda mi familia sabe lo que le espera con este don, que hay que enfrentarse a la bestia que llevas dentro y cómo debes luchar por mantener el control para no dañar a nadie.
Y pensar que todo comenzó con Irina, la dulce chica que mi hermano conoció en un baile de la alta sociedad. Su muerte causó demasiado daño, después de acabar en la tumba el Gobernador metió en la cárcel a Killian, y no sólo ahí, sino en las celdas de máxima seguridad.
Lo único que consiguió la abogada fue trasladarlo a un reformatorio gracias a que también eramos ricos.
Un lugar tan aceptable como el Reformatorio Estatal de Minneapolis no era dónde cualquiera acabará, era pura suerte que mi hermano aún siendo rico, pudiera encontrarse antes de su ejecución.
Su ejecución. Ahora que la guerra se había cernido sobre todo el Mundo, sobre el tema de que había gente que se convertía en un homo evolutis y otra que se quedaba atrás en el homo sapiens sapiens, su ejecución era lo más importante para mí en aquellos momentos.
Hace una semana, la abogada de Killian, Rosalie, me llamó avisando de que habían adelantado la fecha de su ejecución a un mes, un corto mes, que me dejaba
con el alma en los pies y con menos posibilidades de sacarlo de dónde estaba preso.
Compré un vuelo el mismo día, hice todo lo que pude y llamé a Dominic antes de salir para Minnesota.
Nos encontraríamos ahora, para hablar de lo que se avecinaba.
Mis preocupaciones eran por ese corto tiempo que me habían dejado, en un mes todo tenía que salir al pie de la letra y nada podía salir mal. Iba justa de tiempo para poner en marcha todo.
El coche dio un freno repentino y me dí cuenta que habíamos llegado, así que pagué al taxista, saqué mi mochila del gimnasio, que ahora estaba llena de mudas de ropa, un par que otro zapatos y algunas cosas necesarias de aseo, y salí del coche rápidamente.
Me quedé parada en la acera, viendo a la gente caminar y sintiendo ese ruido abrumador corriendo alrededor, disfruté de esos últimos minutos pensando en todo lo que iba a hacer y si estaba dispuesta a arriesgar mi vida para salvar a mi hermano.
Antes de que me diera cuenta de lo que hacía, entré en Shazha, la cadena de desayunos más famosa en todo el mundo, que estaba en Silver Avenue confirmando que no me echaría atrás y que no podía dejar las cosas como estaban.
Aquí es dónde mi vida empieza a tener sentido, en este instante es cuando mi viaje comienza, me llamo Kimberly Angeline Kardashian y voy a salvar lo que quiero.
El viaje desde Virginia no había sido tan largo, sólo era coger un avión a una ciudad distinta, sólo que este no era cualquier viaje, este viaje me haría hacer una cosa muy mala para poder conseguir lo que quería.
Mi nerviosismo no era para menos, las cosas las había planeado desde hace unos nueve meses, pero pensar y hacerlas son dos palabras muy distintas.
Mientras salía del aeropuerto a todo prisa y cogía un taxi a mi destino, sólo pensaba en lo que tendría que contenerme para llegar a ver a mi hermano.
Mi hermano, esa era la cuestión de todo lo que estaba haciendo. La verdad es que hacía más de un año que no lo veía, desde que lo metieron en prisión no había sabido nada de él, no me dejaron verlo, ni hablar por teléfono, ni nuestra abogada pudo hacer nada para comunicarme con él.
Killian era muchas cosas, pero no era un asesino, pero sólo unos pocos, que lo conocíamos de verdad sabemos que él no pudo haber matado a Irina.
Irina era la novia de Killian, su padre no era nada más ni nada menos que el Gobernador de California, por eso es que no habían puesto un dedo en sacarlo de la cárcel o de la ejecución que se avecinaba.
Él era un político, uno con dinero suficiente para comprar a cualquier estúpido investigador y hacerlo poner en contra de Killian.
Debo decir que el hombre tenía sus razones, encontrarse a su hija muerta en manos de su novio no daba mucho a lo que pensar, hasta yo lo hubiera culpado si fuera él. Lo que el Gobernador no sabe es que alguien como mi hermano, con su don quiero decir, es imposible que dejes rastros de su muerte, huellas o forcejeos o cosas por el estilo. Además, ¿por qué mi hermano querría matar a Irina?
El don de Killian, mi don, era matar con el tacto, todo el mundo lo llamaba «toque de la muerte».
Se suponía que dos hermanos de distinto género, no podían tener el mismo don, pero lo que pasó fue hace mucho tiempo, cuando mi tatara-abuelo cambió la ley que hace muy poco se había asentado.
No hacía tanto tiempo que la gente empezó a evolucionar, los humanos comenzaban a cambiar, a tener magia y brujería, como muchos los llamaban, pero no se trataba nada de eso. Sólo unas cuántas células se renovaban y nos convertían en seres con poderes, nosotros lo llamábamos dones.
Cada persona nacía con un don diferente, bueno no todos. Como antes había dicho los Kardashian eran diferentes, uno de mis antepasados se había casado con su prima y eso provocó que todos siguiéramos con el mismo don, fuéramos mujer o hombre tendríamos el mismo don de siempre.
Lo normal era que las madres transmitieran su don a sus hijas, al igual que los padres su don a sus hijos, bien, pues eso en nuestra familia era excepcional.
De ahí que fuéramos famosos y conociéramos a gente cómo el Gobernador, eramos una de las familias más ricas de la historia.
Aparte del problema de matar, la cosa es que mi familia moría joven, no había mucha gente que quedara viva pasados los cuarenta, o era por la locura o porque te matabas, o porque provocabas la muerte de otra persona y te ejecutaban.
Toda mi familia sabe lo que le espera con este don, que hay que enfrentarse a la bestia que llevas dentro y cómo debes luchar por mantener el control para no dañar a nadie.
Y pensar que todo comenzó con Irina, la dulce chica que mi hermano conoció en un baile de la alta sociedad. Su muerte causó demasiado daño, después de acabar en la tumba el Gobernador metió en la cárcel a Killian, y no sólo ahí, sino en las celdas de máxima seguridad.
Lo único que consiguió la abogada fue trasladarlo a un reformatorio gracias a que también eramos ricos.
Un lugar tan aceptable como el Reformatorio Estatal de Minneapolis no era dónde cualquiera acabará, era pura suerte que mi hermano aún siendo rico, pudiera encontrarse antes de su ejecución.
Su ejecución. Ahora que la guerra se había cernido sobre todo el Mundo, sobre el tema de que había gente que se convertía en un homo evolutis y otra que se quedaba atrás en el homo sapiens sapiens, su ejecución era lo más importante para mí en aquellos momentos.
Hace una semana, la abogada de Killian, Rosalie, me llamó avisando de que habían adelantado la fecha de su ejecución a un mes, un corto mes, que me dejaba
con el alma en los pies y con menos posibilidades de sacarlo de dónde estaba preso.
Compré un vuelo el mismo día, hice todo lo que pude y llamé a Dominic antes de salir para Minnesota.
Nos encontraríamos ahora, para hablar de lo que se avecinaba.
Mis preocupaciones eran por ese corto tiempo que me habían dejado, en un mes todo tenía que salir al pie de la letra y nada podía salir mal. Iba justa de tiempo para poner en marcha todo.
El coche dio un freno repentino y me dí cuenta que habíamos llegado, así que pagué al taxista, saqué mi mochila del gimnasio, que ahora estaba llena de mudas de ropa, un par que otro zapatos y algunas cosas necesarias de aseo, y salí del coche rápidamente.
Me quedé parada en la acera, viendo a la gente caminar y sintiendo ese ruido abrumador corriendo alrededor, disfruté de esos últimos minutos pensando en todo lo que iba a hacer y si estaba dispuesta a arriesgar mi vida para salvar a mi hermano.
Antes de que me diera cuenta de lo que hacía, entré en Shazha, la cadena de desayunos más famosa en todo el mundo, que estaba en Silver Avenue confirmando que no me echaría atrás y que no podía dejar las cosas como estaban.
Aquí es dónde mi vida empieza a tener sentido, en este instante es cuando mi viaje comienza, me llamo Kimberly Angeline Kardashian y voy a salvar lo que quiero.
Primera Parte: No hay tiempo para ensayar...
‘‘El único error de Dios,
fue no haber dotado al
hombre de dos vidas:
una para ensayar y otra
para actuar. ’’
- GASSMAN.
Agradecimientos
Debo agradecer a las autoras que más adoro: Cassandra Clare, Veronica Roth, Jennifer L. Armentrout, Jennifer Estep, Richelle Mead y Jamie McGuire, por escribir libros tan fantásticos que me hicieron pensar que escribir una novela no estaba tan mal.
También agradezco a mis padres, por castigarme en el momento justo para siquiera plantearme la idea de escribir.
Y como no, le agradezco mucho a la persona a la que le dedico este libro: mi hermano.
¡Espero que os guste a todos!
También agradezco a mis padres, por castigarme en el momento justo para siquiera plantearme la idea de escribir.
Y como no, le agradezco mucho a la persona a la que le dedico este libro: mi hermano.
¡Espero que os guste a todos!
sábado, 1 de febrero de 2014
Bienvenidos a mi blog, ¡bienvenidos a Diferentes!
¡Hola a todos!
Me llamo Daniela Amo, soy una joven escritora que quiero formar parte del mundo de la escritura y he hecho este blog para compartir con ustedes mi primera novela: Diferentes.
Diferentes trata de una joven muchacha que afronta el encarcelamiento de su hermano por un crimen que no cometio, y debe infiltrarse entre las puertas de un Reformatorio para salvarlo de su futuro, ser ejecutado por haber matado a la hija del Gobernador.
A continuación les enseñaré su portada y sinopsis oficial:
Pensábamos que el homo sapiens sapiens sería nuestra última evolución, nos equivocamos.
En 3096 ya ha evolucionado la mayoría de la población mundial y los científicos se sorprenden de lo rápido que ha ocurrido todo.
Los dones son algo más de la vida, incluso ya existen escuelas con profesores preparados para enseñar a controlar el poder con una edad adecuada.
La familia Kardashian fue una de las primeras en cambiar y su don, hasta ahora, es el más peligroso.
Kim Kardashian debe salvar a su hermano como sea, antes de que lo ejecuten por un crimen que no cometió y debe darse prisa, porque el tiempo se le acaba y con él sus oportunidades de escapar.
Esta historia te cuenta cómo unos verdaderos hermanos pueden hacer todo para salvarse mutuamente, cómo tener fe te puede llevar a hacer cosas impresionantes y cómo confiar en personas puede no ser tan malo como se piensa.
Me llamo Daniela Amo, soy una joven escritora que quiero formar parte del mundo de la escritura y he hecho este blog para compartir con ustedes mi primera novela: Diferentes.
Diferentes trata de una joven muchacha que afronta el encarcelamiento de su hermano por un crimen que no cometio, y debe infiltrarse entre las puertas de un Reformatorio para salvarlo de su futuro, ser ejecutado por haber matado a la hija del Gobernador.
A continuación les enseñaré su portada y sinopsis oficial:
En 3096 ya ha evolucionado la mayoría de la población mundial y los científicos se sorprenden de lo rápido que ha ocurrido todo.
Los dones son algo más de la vida, incluso ya existen escuelas con profesores preparados para enseñar a controlar el poder con una edad adecuada.
La familia Kardashian fue una de las primeras en cambiar y su don, hasta ahora, es el más peligroso.
Kim Kardashian debe salvar a su hermano como sea, antes de que lo ejecuten por un crimen que no cometió y debe darse prisa, porque el tiempo se le acaba y con él sus oportunidades de escapar.
Esta historia te cuenta cómo unos verdaderos hermanos pueden hacer todo para salvarse mutuamente, cómo tener fe te puede llevar a hacer cosas impresionantes y cómo confiar en personas puede no ser tan malo como se piensa.
Este libro aparecera completo para descargar en este blog en formatos PDF y DOC, sobre finales del 2014, pero podreis leerlo poco a poco en este blog o en WATTPAD (también app para móvil que te permite llevartelo a todas partes sin internet, sólo abriendote una cuenta)
PINCHA AQUÍ PARA LEERLO EN WATTPAD
PINCHA AQUÍ PARA LEERLO EN WATTPAD
Yo sólo espero que haya gente que le guste y me conformo con que si os llama la atención, sigais mi blog y mi cuenta, y sino es mucha molestia, que dejeis un comentario;)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)